Soy de Villamalea, un pueblo de Albacete. Desde siempre me han fascinado los monstruos, las leyendas y todas las criaturas mágicas que aparecían en las películas. Halloween para mí era el día más especial de todo el año, era el día en el que podía poner en práctica todo lo que había aprendido en internet.
Con el tiempo esa ilusión se convirtió en algo más grande, llevándome a licenciarme en Bellas Artes en Cuenca, una ciudad que me hizo crecer como persona y entender el arte de otra manera.
Cuando terminé la carrera sentía la necesidad de volver a ese niño curioso que soñaba con crear sus mundos y personajes, por lo que decidí acabar formándome como técnico protésico para poder hacer realidad lo que todos estos años ha estado viviendo en mi imaginación
A lo largo de este camino he aprendido muchísimo no solo en el aula, sino también en los lugares donde he tenido la suerte de hacer prácticas, como el Museo de Cera, el estudio DDT Efectos Especiales o trabajando como soporte en clases de prótesis y efectos especiales. Cada experiencia ha reforzado aún más mi pasión por este mundo.
Sabía que este era mi mundo, mi vocación, y estoy preparado para superar cualquier reto con tal de seguir haciendo realidad mis sueños.